Hoy celebramos como familia franciscana a San Antonio de Padua , conocido por su amor profundo a los más pobres y su ardiente predicación del Evangelio. Hoy en su fiesta, revivimos un hermoso gesto franciscano: compartir el pan, signo de fraternidad, solidaridad y cuidado mutuo. Así como San Antonio ofrecía pan a los hambrientos, también nosotros somos llamados a partir lo que somos y lo que tenemos con los demás.